20100128

LIBRO #1 "Enfrente sus gigantes" (Capítulo XII)


Fortalezas

Cuál es esa debilidad, el mal hábito, la actitud desconsiderada que siempre le hace sentirse menos cristiano? ¿Dónde tiene Satanás su fortaleza en usted? Ah! ahí está la palabra adecuada, FORTALEZA: un baluarte, una muralla con puertas altas. Es como si el demonio hubiera tomado una debilidad y construido una rampa alrededor. “No tocarás este defecto” , esa fortaleza que se ubica entre la ayuda de Dios y usted.

Puede ser un temperamento explosivo, una imagen frágil de usted mismo, hambre insaciable, tentaciones, críticas.

Fortalezas: Los desafíos viejos, difíciles, desalentadores.

David supo lo que era luchar contra las fortalezas de Jerusalén para atacar a los jebuseos que vivían allí, ellos decían que David no podría tomarla “Aquí no entrarás” , pero él sí pudo. David se instaló en la fortaleza y la llamó ciudad de David (2 Samuel 5:6-10). A pesar de que los jebuseos despreciaron a David el logró vencerlos y así es nuestra vida en el Señor.

Dios escribe sin embargos en nuestra biografía. Nunca leyó la Biblia hasta la edad de su retiro , sin embargo, tuvo una fe profunda. Nunca fue a la escuela, sin embargo, llegó a ser un gran comerciante. Se crió con padres alcohólicos, sin embargo llevó una vida sobria.

Todos necesitamos un sin embargo. Y Dios tiene suficientes. Las fortalezas no significan nada para El.

Ahora tiene que estar pendiente de que dos tipos de pensamientos compiten continuamente por su atención. Uno proclama la fuerza de Dios y el otro muestra las fallas que usted tiene. Uno anhela formarlo, otro anhela destrozarlo. Uno viene del maligno, que quiere verlo esclavo de sus debilidades, y otro viene del Espíritu Santo que quiere liberarlo. ¿A cuál de los pensamientos escuchará?

Haga lo que hizo David, cuando todos los demás vieron murallas, David vio túneles, cuando todos se concentraron en lo lógico, David se concentró en lo ilógico.

Vuélvase una oreja sorda a las antiguas voces. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas (2 de Corintios 10:4)

Pedro negó a Jesús.
José fue a prisión en Egipto.
La mujer samaritana se casó cinco veces
A Jesús lo mataron….

Sin embargo: Pedro predicó, José dirigió, la mujer compartió, Jesús resucitó y ¿usted? Su sin embargo espera....

2 comentarios:

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