20130203

Santos comunes y corrientes (Capítulo 1)


En la tradición católico -romana, se confiere la santidad en forma post mórten a las personas que durante su vida mostraron un carácter excepcional y tuvieron logros sobresalientes.

Pero vemos que Pablo llama a los miembros de la iglesia de Corinto "santos" a pesar de ser inmaduros espiritualmente, carnales y hasta un poco mundanos, según nos deja entrever la epístola.

En la mayoria de las cartas de Pablo, él se refería a los destinatarios como "santos", que no eran más que creyentes comunes y corrientes, y esto es debido a que el significado de la palabra santo en griego es " el que ha sido separado para Dios". En ese sentido entonces, cada creyente, aún el más ordinario e inmaduro, es un santo.

Cada creyente verdadero ha sido separado o apartado por Dios, para él, por lo tanto es un santo porqueha sido separado de su anterior estilo de vida de pecado y apartado por Dios para glorificarlo más y más a él al irse transformando.

La santidad entonces no es un estatus que se logra u obtiene por tener buen carácter, sino que es una nueva condición de vida hecha posible por el Espíritu Santo de Dios. NO nos volvemos santos por lo que hacemos, somos hechos santos por la acción inmediata y sobrenatural de Espíritu Santo.

Aún nuestras mejores obras están manchadas por motivaciones impuras y por una conducta imperfecta, sabemos que es imposible ser perfectos,  sin cometer pecado. Pero  debemos entender que como fuimos apartados por y  para Dios, osea santos, debemos vivir como lo que somos.

Uno de nuestros problemas es que no nos concebimos como santos y no somos conscientes de la responsabilidad que implica esto, así que dejamos pasar por alto una serie de acciones como el chisme y  la impaciencia sin considerarlos como pecado.

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