Continuando con el
tema del egoísmo, una tercera área donde se expresa el egoísmo es con nuestro
dinero. Somos indiferentes a las
necesidades físicas y materiales de los menos afortunados, y cuando damos lo
hacemos como respuesta a eventos dramáticos.
El apóstol Juan
escribió: “ Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su
hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de
Dios en él?” 1 Juan 3:17.
Debemos tener corazones compasivos hacia los que
están en necesidad y luego debemos poner esa compasión acción por medio de
nuestras contribuciones.
La cuarta área de egoísmo es la desconsideración.
Las personas desconsideradas nunca piensan en el impacto que sus actos pueden
tener sobre las demás personas. Por ejemplo, el que siempre llega tarde y hace
esperar a los demás es un desconsiderado y es egoísta, pues solo piensa en sus
intereses y necesidades. No debemos
centrarnos solo en nuestras cosas sino preocuparnos también por la de los demás.
Mucho
del egoísmo se deja ver dentro del hogar y entre los miembros de la familia, así que evalúese
y pídale al Espíritu Santo que le muestre las evidencias de egoísmo que hay en
su vida y permita que él use como sus mensajeros a los miembros de su familia.
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