20100126

Libro #1 "Enfrente a sus gigantes" (Capítulo XV)


Aire de Altivez

Donde está David ahora? Está en la cima de su vida, tiene dos décadas en el trono, se ha distinguido como guerrero, músico, estadista y rey. Su gabinete es fuerte, no tiene derrotas en el campo de batalla, la gente lo ama, sus soldados le sirven. David está en su nivel más alto.

Un día en esta prosperidad David ve una mujer, Betsabé, una mujer que es ajena, casada con Urías, uno de sus militares más fieles pero la quiere para él, entonces comienza a ejercer su poder. Envía a un sirviente preguntar por esa mujer. Envía mensajes para que Betsabé viniera a palacio, tiene relaciones con ella, la embaraza y envía a Urías el esposo al campo de batalla para que lo maten. Luego David envía a alguien por Betsabé y se casa con ella.  Todo el tiempo envía, ejerce su poder.

David se ha vuelo arrogante, demandador, egoísta, ha perdido el control. Ya no escucha a nadie, no escucha las advertencias de sus sirvientes, ni la voz de su conciencia, ni tampoco escucha a su Señor. El estar muy alto le ha tapado los oídos y lo ha cegado.

¿ Cree que esto solo le pasa a David? Sé que al igual que Max Lucado y que yo usted  ha experimentado esa sensación de poder, se ha sentido superior a alguien, ha peleado por sus derechos en un banco y ha tomado una actitud arrogante frente a la “secretarita esa” , “búscame un superior” ….piense, fácilmente lo recordará.

La historia de David y Betsabé es más de poder que de deseo. Es la historia de uno que se  se elevó muy alto. Un hombre que necesitaba escuchar estas palabras: “Baja antes de que te caigas”. Dice proverbios 16:18, “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso”. Por eso Dios odia la arrogancia, detesta ver a sus hijos caer desde alto.

Práctique la humildad, abrace su pobreza de espíritu, Dios dice en Proverbios 8:13 “Yo aborrezco el orgullo y la arrogancia”.

Si usted no quiere que Dios haga que obtenga discernimiento bajándolo de golpe, mejor descienda de la montaña usted solo antes de que se caiga de ella. Sólo pregúntele a David. Nunca pudo recuperarse de esta contienda que libró con ese gigante del orgullo, debido al pecado que cometió al abusar de su poder para matar a Urías y apropiarse de su mujer.

2 comentarios:

  1. Muchas veces me ha pasado esto querida Jackie. Esta soberbia que no es más que olvidarse que independientemente de la religión, creencias, status social, todos somos iguales. También pasa con los hijos verdad? Muchas veces nos creemos mejores que ellos y no los dejamos ser ellos mismos. Tu blog desde ahora, además de las delicias de buen vivir que me encanta, se convertirá en mi apoyo para enfrentarme con mis miserias y tratar de ser cada día mejor persona, para ser felíz yo y hacer felíz al otro. Gracias!

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    1. Gracias a ti por visitarlo, que el Señor nos ayude a perseverar en la fé

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