Hace 14 años desde que el Rey David sedujo a Betsabé y 13 años desde que el profeta Natán le dijo : “Por eso la espada jamás se apartará de tu familia “, y así se cumplió. En la familia del Rey David hubo incesto, engaño, una hija violada, un hijo asesinado, un palacio conmocionado.
Su familia necesitaba más que nunca al David que venció a Goliat, al líder, al misericordioso que perdonó al Rey Saúl, pero David no pudo responder, solo lloró, lloró en la soledad.
Se convirtió en un padre permisivo que no tenía control de sus hijos, un hombre que había tenido 8 esposas y muchas concubinas, su fracaso en la vida matrimonial, en su hogar lo volvió un hombre triste y solitario.
David triunfó en todas partes excepto en su hogar.
Podemos observar en la Biblia que David rogó por sus enemigos, por su amigo Jonatán, por su rival Saúl, por el hijo de Betsabé, pero no encontramos ruegos por su esposa, por su hogar, por todos sus hijos.
David falló en eso, no cometa el mismo error. Sea ferozmente leal a su cónyuge. Ni siquiera mire 2 veces a otra persona, no coquetee, no provoque. En lo que respecta a sus hijos, dedíqueles tiempo, no solo calidad de tiempo, sino cantidad, tiempo sostenido, ore por ellos.
No pague el precio que David pagó por ser un gran Rey. David murió con los cuidados de una extraña, seguro que hubiera preferido morir bajo los abrazos de una esposa y rodeado de sus hijos. Haga usted de su esposa(o) el objeto de su más alta devoción, de su más profunda pasión.
Triunfe primero en el hogar y luego como rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantaría que dejaras un comentario sobre este capítulo, tus experiencias y vivencias son muy importantes para todos