“Por tanto, tened
cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando
bien el tiempo, porque los días son malos” Efesios 5:15-16
Cuando hablamos de
invertir nuestro tiempo en algo, estamos hablando de regalar algo muy valioso
para nosotras, que no se compra y lo que es peor, no se recupera, el tiempo.
Como creyentes el
valor de nuestro tiempo debe ser diferente al del mundo, pues al momento de
entregar nuestras vidas a Cristo, el
orden de prioridades debe variar y lo que para nosotras era importante, a la
luz de la eternidad se vuelve efímero y sin valor.
Muchas veces me
pregunto ¿Qué
proporción de mi tiempo, luego de cumplir con mi rol de esposa y madre, estoy dedicando a la obra
del Señor? ¿Realmente
mi agenda refleja que estoy “aprovechando bien” el tiempo a la luz
de lo que nos recomienda la Palabra?
En algunas etapas de
nuestras vida estamos en medio de una lucha por sacar el tiempo para orar o
para hacer el devocional, pero no tenemos esa misma lucha al momento de sacar
el tiempo para realizar un trabajo, ver televisión, entrar a Facebook, ir a un
babyshower, a un cumpleaños o ir al gimnasio.
De ninguna manera digo que estas actividades sean incorrectas, pero
debemos revisar cómo estamos usando nuestro tiempo y cuál es el orden de
prioridades que tenemos, pues ciertamente nuestra planificación de la semana es
un claro indicio de qué es más importante para nosotras y que se ubica un
segundo plano.
Dice la Palabra de
Dios que la mies es mucha y los obreros son pocos (Lucas 10:2) por tanto el
tiempo que tenemos disponible debemos utilizarlo sabiamente, para ayudar a construir el reino de Dios. Pablo en su carta a Timoteo le recuerda en qué
debe ocupar su tiempo : “ Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y
la enseñanza. No descuides el don espiritual que está en ti, que
te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del
presbiterio. Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para
que tu aprovechamiento sea evidente a todos”. Me surgen entonces las preguntas ¿Estoy utilizando yo mis talentos y dones para mi beneficio personal o
también lo aprovecho para la obra del Señor? ¿Es evidente cómo estoy aprovechando mi tiempo? ¿Cuáles actividades
debo incorporar a mi agenda para trabajar como obrera de la mies?
No perdamos de vista
que todas daremos cuenta al Señor de cómo utilizamos nuestro tiempo y nuestros
talentos para la propagación de su evangelio y el crecimiento de su obra.
Hola hermana Jackie, soy cristiana, vivo en la ciudad de México, por alguna valiosa razón ingresé a tu blog, Buscando palabras para una chica de 18 años, palabras que por cierto no he visto pues me ha llamado la atención que nuestro Pastor nos habló acerca del TIEMPO que debemos valorar y que le demos a Dios una oración de revaloración del tiempo que no hemos aprovechado.
ResponderEliminarAdmirada tambén porque te en estos momentos deseas compartir el nombre de libros para leer, necesito la recomendación para lectores de 6 a 13 años de edad escolar y para la señorita quien deseo motivar para continuar sus estudios y asistir nuevamente a la congregación, sólo se limita a leer la palabra.
Gracias Jackie.
Hola, Dios te bendiga, gracias por leer mi blog, hace mucho tiempo que no estoy al tanto de libros para niños pequeños, porque mis hijos están grande, no recuerdo los títulos de libros para esa edad, pero en librerías cristianas seguro te pueden recomendar buen material
EliminarUn abrazo!