Este capítulo es uno de mis preferidos!! me encanta porque en el mismo, Beth describe situaciones que la mayoría de nosotros hemos pasado, épocas en que se producen cambios que no queremos, por razones que no nos gustan, y daríamos lo que fuera por volver a la rutina diaria.....ayyyy esos días parecen interminables!!!
Si eres una persona que has estado caminando con Dios por un tiempo sabrás que muchas veces el Señor nos está diciendo:
- "Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios" (Salmos 46:10) Dicho con otras palabras: "Sigue con tus fundamentos de cada día, quédate en calma y confía en que yo tengo el control total de las cosas. No quiero que te involucres en este asunto. Lo único que quiero es que dejes que yo me haga cargo".
- Otras veces parece decirnos: "Sigue traquilo, sabiendo que yo soy Dios, pero ponte en posición de vigilancia", es como dice en Efesios 6:13 que nos dice que nos pongamos "toda la armadura de Dios" y habiendo hecho eso, estemos firmes".
- Pero puede haber otras veces en que nos parezca que nos dice: "Quiero verte esgrimir la espada del Espíritu y usar tus armas de guerra". En esta categoría Dios llama a los reservistas a un deber activo elevado para destruir "argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios (2 Cor 10:5).
- Y también existen épocas donde Dios nos exige todo lo que tengamos, como si nos dijera "Te tengo guardada una gran victoria, pero si la quieres tendrás que darme todo. Quiero el cien por ciento. Esta época se llevará todo tu enfoque y tu vivirás literalmente de mis fuerzas". En épocas así no podemos ni pensar en el día siguiente, porque no tenemos ni idea de cómo vamos a sobrevivir la batalla de hoy!!!.
Hace falta energía para pelear la buena batalla de la fé. Y también para la autocompasión, el enojo, la falta de perdón y para odiarse a uno mismo Todos nosotros teneos que decidir en qué vamos a emplear nuestra energía cuando la batalla se ponga seria. Satanás hará todo lo que esté en su mano para impedir que recibamos la gracia que se extiende de Dios. Uno de sus métodos principales es tratar de convencernos de que Dios nos niega su ayuda, quiere que creamos que Dios está sentado en su trono, burlándose de nosotros, por el lío en que nos metimos o lo que nos sobrevino sin aviso.
Pero tú puedes decidir creer que Dios es quien El dice ser. Dios puede hacer lo que El dice que puede hacer .
Querido amigo, cuando Dios exige mucho, El hará aún más. Dios es fiel, Dios no te abandona .
Tienes que tomar una decisión. Puedes decidirte por la amargura, el resentimiento, la carnalidad o la mediocridad o puedes lanzarte a confiar en Dios, orar y esperar en El, librando la batalla de la fé.
Hola Jackie,
ResponderEliminarConsidero que cuando abrimos nuestro corazón a Cristo y decidimos llevar una nueva vida con Él debemos ser fuertes, no dar cabida en nuestros corazones a los sentimientos negativos, debemos aprender a perdonar y a pedir perdón.
En mis oraciones le pido a Dios fortaleza para levantarme en los tropiezos y firmeza en mi fé para no desfallecer; porque en esos momentos difíciles cuando tendemos a flaquear en nuestra fé.
Me gusta mucho una cita bíblica en Efesios 4, que lleva por nombre “la vida nueva en Cristo”: versículos 31-32: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
Gracias por compartir tus lecturas.
Bendiciones.
Lynn.
Yo me he decidido por la segunda opcion...he confiado en El en estos momentos y me ha demostrado que a pesar de todo me AMA.....AMEN!!
ResponderEliminar