20100128

Libro #1 "Enfrentado sus gigantes" (Capítulo VI)



Los que proporcionan dolor

En este capítulo se va abordará el tema del perdón. Una vez Saúl se entera de que David está en el desierto sale a buscarlo con tres mil hombres, “casualmente” entra a una cueva, según dice la Biblia “para cubrir sus pies” (1 Samuel 24:3), lo cual es un eufemismo hebreo (forma de suavizar ideas que pueden ser consideradas chocantes o degradantes, manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante) que lo que significaba era que entró a la cueva a hacer sus necesidades.
David estaba al fondo de la cueva y sus hombres le dijeron algo como “Jehová te está dando esta oportunidad, te está poniendo tu enemigo indefenso, mátalo” pero David solo cortó la orilla del manto de Saúl y éste apenas se dio cuenta y salió de la cueva.
Más tarde David se arrepiente de haber atentado contra Saúl y le dice a sus hombres: “Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová. “ (1 Samuel 24:6)
Unos capítulos más adelante Saúl vuelve a perseguir a David y éste de nuevo tiene la oportunidad de matarle mientras dormía pero de nuevo le perdona la vida.

Ahora vamos al 2010, piense sobre el proveedor del dolor en su vida. Dice Max Lucado: Una cosa son las bendiciones para los amigos, pero ¿ querer bendiciones para aquellos que nos causan dolor? ¿ Usted podría? ¿ Podría imitar a David si estuviera con el Saúl de sus días?

Tal vez podría imitar a David, vemos personas que parecen ser bendecidas con ser misericordiosos y no son rencorosas pero a otras les resulta difícil perdonar sus Saúles.
Sus enemigos o los que le hacen daño, pueden estar fuera de la voluntad del Señor, pero no fuera del alcance de El. Usted le hace honor a Dios cuando los ve no como fallas de Dios, sino como proyectos de El. En Romanos 12: 19 dice “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor
Solo Dios evalúa juicios certeros. Nosotros imponemos juicios demasiado livianos o severos. Dios imparte una justicia perfecta. Perdonar es decidir ver a su ofensor con otros ojos.
Por otra parte ¿podemos hacer algo menos que conceder bendiciones? ¿Atrevernos a pedir bendición a Dios cuando rechazamos darla?
Entregamos bendiciones porque nos han dado bendiciones.

4 comentarios:

  1. Creo que solo a través de su infinito amor es que podemos sanar heridas y perdonar. En cuanto a mi experiencia ejercitando el perdón, te cuento que no ha sido fácil, pero a través de la oración he sido liberada de resentimientos hacia personas que por una situación particular me hicieron daño, ahora entiendo que no fue de intencional. Verlo desde ese punto de vista me permite acercarme y regalar el perdon, tengo una lista y ya comencé. No te imaginas la felicidad de aquella persona al recibir mi llamada, después de 3 años de no tener contacto, me dijo hace unos días atras que se sentía feliz. Yo por igual me siento en paz.

    Bendiciones Jackie!!,

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  2. Ciertamente es así Jlec, el que vive en paz es el que no guarda nada en su corazón contra nadie y lo más bello es dar perdón, como lo hicise con esa persona! te felicito
    Jackie

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  3. Querida Jackie, nuevamente te felicito x este blog. LO sigo a diario!

    Me encanto lo Siguiente y espero grabarlo en mi memoria para siempre!
    Solo Dios evalúa juicios certeros. Nosotros imponemos juicios demasiado livianos o severos. Dios imparte una justicia perfecta. Perdonar es decidir ver a su ofensor con otros ojos

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